>> 06 septiembre, 2006
No hay nada más bello que un lugar paradisíaco para revivir las pasiones que tenemos ocultas...
Máxime, si tienen un objeto de inspiración en sus corazones...
Sentada sobre la arena
se descuelgan los suspiros del alma de una mujer...
Sus pensamientos dibujan
escandalosas pasiones,
de conquistas y reencarnaciones...
Sobre su piel los rayos dorados
que afiebrada clama ante la
dulce agonía del èxtasis.
La espuma unta sus voluptuosidades...
y acarician las olas en marejada atroz,
como brazos fornidos,
los montes espigados de miel y terciopelo
meciendo al son de los caracoles
las cavidades inexploradas
que fluyen en caóticas revoluciones...
La tarde va cerràndose
y la sinfonía dionisíaca
se aleja con paso lento,
orgullosa, erguida,
sabiendo que en su camino
hay un único destino...
Les envío mi amor ...¡siempre suya! Regina Noctis
https://orcid.org/0000-0001-5248-6039
6 comentarios:
¿O sea que...es? Ya hablaremos.
Siempre te han agradado las islas, no veo porqué esta ha de ser menos. ¿Recuerdas Grecia? ¿Si nos fuèramos a...Tenerife?
Como la mar, los besos:
No importan los emblemas
ni las vanas palabras que son un soplo sólo.
Importa el eco de lo que oí y escucho.
Tu voz, que muerta vive, como yo que al pasar
aquí aún te hablo.
Eras más consistente,
más duradera, no porque te besase,
ni porque en ti asiera firme a la existencia.
Sino porque como la mar
después que arena invade temerosa se ahonda.
En verdes o en espumas la mar, se aleja.
Como ella fue y volvió tú nunca vuelves.
Quizá porque, rodada
sobre playa sin fin, no pude hallarte.
La huella de tu espuma,
cuando el agua se va, queda en los bordes.
Sólo bordes encuentro. Sólo el filo de voz que
en mí quedara.
Como un alga tus besos.
Mágicos en la luz, pues muertos tornan.
(Vicente Aleixandre)
Para tí Regina con cariño
Amigo no sueñes con la reina de la noche, que está a años luz de tí.
Chicas, esta la està embarrando más.Tenemos mas teje y teje.
Nos alegra que estès inspirada y veo,que muy mucho.
Cuerpo de la mujer, río de oro
donde, hundidos los brazos, recibimos
un relámpago azul, unos racimos
de luz rasgada en un frondor de oro.
Cuerpo de la mujer o mar de oro
donde, amando las manos, no sabemos,
si los senos son olas, si son remos
los brazos, si son alas solas de oro...
Cuerpo de la mujer, fuente de llanto
donde, después de tanta luz, de tanto
tacto sutil, de Tántalo es la pena.
Suena la soledad de Dios. Sentimos
la soledad de dos. Y una cadena
que no suena, ancla en Dios almas y limos.
Blas de Otero
Espero que te guste.Vive y sueña como siempre para nosotros los que te queremos.
¿Donde estás que no te enuentro en el teléfono?
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