Una fémina bajo la lluvia...

Llueven gotas de cristal...El mundo, mi pequeño mundo huele a primavera, a pimpollos de rosales y retamas. Camino por las calles, entre lágrimas de agua dulce y todo me parece diferente...Dejo el auto, porque las lluvias me motivan, inspiran...Tengo la plena certeza que a muchos les pasa igual...Desplego mis manos para sentir cada gota que las recorre así como jugando con ellas. Clavo la mirada hacia el infinito y esas lágrimas de Dios van lavando mi rostro y borran todo signo de brillo labial...Ese mismo rostro cansado que revive ante esta belleza inconmensurable de nuestra madre natura...

El cabello ,rebelde, ondulado y dorado, va empapándose con finas partículas esferoidales... aún así, sigo observando el espectáculo , este escenario familiar embelesa los sentidos hiperbólicos de la mujer que llevo en mí...

Comienzo a caminar sin rumbo fijo, sin prisa, sin pausa...Mi mente vaga...Sin premeditación y en forma espontánea, una canción surge , acompasa mis pasos ( quien me hubiera visto en estos momentos, ¡estoy segura!, se hubiera encontrado ante un dilema, el preguntarse si estoy ida o perdida, ninguna excusa sería válida, cualquier atenuante pensado, sería imposible creer...) .

Las prendas que visto, absorben a través de los poros huecos, esa garúa sensual ...mas no percibo la sensación de humedad porque es tanta la calma y el éxtasis, ¡ Oh, delicia de los dioses!, que no advierto esas nimiedades...

Mujer, mujer... en tus cavilaciones más obscuras o temerarias, en tus anhelos, quimeras o abstracciones eres tridimensionalmente feliz ...¡ la felicidad que te mereces puesto que por ella has luchado a brazo partido! ¡ Él mundo eres tú! ¡Tu mundo es él!...

Avanzo, y ya la lluvia se torna una llovizna que precipita con más fuerza...En el espejo de agua , con la luz de las farolas, tu rostro de niña aparece...Esa niña que camina con firmeza, sin temores...esa misma niña que ama con la misma osadía que a los quince, con la fuerza de una mujer y el temple de una diosa...

Ecos significantes, indican que una tormenta se aproxima, aunque mis pasos siguen siendo los mismos...no hay urgencias cuando uno disfruta lo que vive. En el fondo del alma, voy recordando rostros extintos que me saludan, me invitan a continuar cantando bajo esta experiencia climática.

Caigo en la cuenta que estoy llegando a mi hogar...en él, dos pares de ojos me aguardan y una gata juguetona. Tardo unos minutos en ingresar, me dedico a recorrer el jardín... Mis tulipanes se han abierto, evidentemente esperaban el beso del agua nocturna y el canto de una ninfa para que den sus brillos primeros...Los lirios, blancos y dorados han erguido sus tallos de cara al cielo y los rosales de espinas profundas, danzan sendas coplas deliciosas ante el espectacular crepitar de las gotas furiosas provenientes de las conjunciones gaseosas...

¡Ah, mujer! ¡ Éste es el final de un día más...uno apoteótico...!

El universo es intrínseco, los hombres complejos...la vida es simple...¿Cómo poder consunar el todo y oir al corazón que es nuestro mejor consejero?

Cavilaciones de un yo interior apasionado que ama sin premuras ...

Regina Noctis

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