¡Ésta, tu manera de enloquecerme!...

¡Suavemente!...

la llave de tu falanges,

abre la puerta hacia mi cuerpo...

¡desencadenando la escalera hacia el delirio!...

¡Y te transformas en Quijote

venciendo molinos!...,

¡en Cid derribando fronteras!...

¡en Juglar pincelando con tu lengua

en mí, poesías!...

¡Mis labios tórnanse orquesta de gemidos!...

¡Mi corazón corre a galope tendido!...

¡Mis caderas ondean sinuosas

ante tus miradas!...

¡Mis pechos

de corolas rebosadas...

fibrilan tensos!...,

¡cobrando vida,

con sutil abundancia

buscando la libada ansiosa, la succión experta,

la sal de tu boca...

el tacto que inquieta...

la presión que corta el aliento...

y humedece mis sentidos! ...

¡Mis manos...

tiemblan,

arden,

queman,

buscan,

horadan,

socavan,

cada palmo de tus secretos...

buscando el gozo eterno...,

la lanza viril...

que entre mis falanges anhela,

escribir versos íntimos!...

Me hamaco entre tus montañas,

¡columpiándome!...

en metafórico vaivén,

sintiendo que tras la tormenta, se inicia

la batalla

de olas en nuestras sábanas...,

mojando los pliegues...

que marcan el roce de nuestras pieles!...

¡Sintiendo que muero en ti!...

¡Sintiendo que me quemas inseparablemente por dentro!...

¡Sintiendo que me ahogo sin ti!...

¡Sintiendo que no puedo controlar

cuánto en mí desatas!...

¡Sintiendo tu manera de enloquecerme

al hacer el amor!...,

¡presiono tu lanza

para sentir la herida que en mí provocas!...,

¡naciendo desorbitados, en torbellino atroz,

los estertores espasmódicos,

con acompasados jadeos...

estallando con el mundo,

la explosión del sinsentido,

amándote más allá del sino!...

¡Sean felices!

REGINA NOCTIS

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