¡Oda sensual!...

Elíxir de reinas que desvistes los sentidos

en copa burbujeante, ¡discurres atrevido!...

¡A la fémina hipnotizas silente!...

Cual Prestidigitador candente...

¡devanas el sexo!...

con oleadas imponentes de lujuria,

en aladas noches crepitantes...

¡Cuando el deseo se hace tormento!...

¡Cuando el anhelo se torna solfeo sostenido!...

¡Cuando el amor ha madurado espeso y duro

y las palabras son raíces de dulces susurros...!

Entonces... las redondas rosas de néctar,

vestidas de guerreros...

brumidas como granadas...

¡acosan al profundo torbellino!...

y ...¡celebran odas de notas sensuales!...

En el pedestal de la noche...

la llave celeste,

observa las flechas digitales

de marfil precioso...

que pedalean furiosas y de memoria,

cual anguilas de nívea carne,

rumbo a la cima del placer ansiado...

¡Floreciendo, irradiando...

destellando, resplandeciendo...

fulgurando, rutilando...

levitando con adiestrada filosofía...

hacia el regocijo,

donde se forja el punto

de cada metáfora acuñada...!

¡Un suspiro!...

¡Dos!...

¡Mil!...

¡Se arrullan acompasados,

en un solo monocorde...

con inspiración turgente!...

¡Un gemido!...

¡Dos!...

¡Mil!...

¡Desgranando las olas!...

¡Desfalleciendo, hasta el aliento!...

¡Consumiéndome en la oscuridad!...

Los espasmos alborotados...

cual hoja, agreste...circular y minuciosa...

en lenta danza, irrumpen sorpresivos!...

¡Uno!...

¡Dos!...

¡Mil!...

Tras ellos, la explosión cósmica jadeante...

cercena el movimiento pendular...

¡Imposible de controlar!...

¡Sean felices !

REGINA NOCTIS...

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