Rebela mis instintos...

Entúrbiame los ojos infinitos de amor,

con ese abrazo que da placer

al cauce sosegado,

marchita los cantares...

y torna mis muslos solemnes...

Con el roce, descubre los colores

de los fondos dormidos

elevando los suspiros

por entre rios de sangre invisible

que burbujean hacia el insereno triunfo

del amor inmortal

en esta noche abandonada a las dulces cadencias...

En la orilla de la luna,

donde los confines desdibujan nuestras formas...

¡perfila experto, con acuarela incolora,

mis senos!...

acariciando los pezones

incendiando el deseo...

¡hasta que respirar

sea sólo un motivo,

para delirar entre gemido y gemido!...

¡Perfila mi vientre!...ahuecando el ombligo,

buscando el tibio nido...

penetrando en la piel,

sintiéndome cual lava candente...

¡Perfila mi cuello!...incrustando tu aliento

soliviantando mis manos,

permitiéndome sostener

la armonía de tu ser entre mis labios....

¡Repta, serpea, gatea...píntame el alba entre la hierba

que florece en territorio extasiado...!

¡Píntame ese mundo nuevo de la sinrazón,

donde seduces con seda mi corazón!...

¡Domina con tus falanges...

mi campo húmedo

que huele a ramaje sacro!,

mientras la implacable brasa...

niebla gozando el rimo acelerado,

convirtiéndote en verbo, sexo, pasión....ancla...

¡que tortura con vaivén pronunciado

mi pabellón huracanado,

una y otra vez!...

¡insosegando!...

¡mordiendo!...

¡hincando!...

¡fusionando pelvis con pelvis!...

¡circulando!...

¡acanalando!...

¡girando!...

¡arrinconando!...

¡sembrándome de estremecimientos rebeldes!...

mientras mi cuerpo subyugado,

se desmaya en esos brazos enamorados

¡con la paz conquistada!...

REGINA NOCTIS, por siempre...

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