Amor...¡no me pidas tregua!...

Cariño...¡pídeme el cielo! pero...¡ no me pidas tregua!...

¡Pídeme que te regale una estrella!... pero...¡ no me pidas tregua!...

¡Pídeme que sea tu luz! pero...¡ no me pidas tregua!...

¡Pídeme que sea lo que quieras! pero...¡ no me pidas tregua!...

¡Ansío sentirte!...

¡Ansío explorarte!...

¡Ansío besarte! sin límites ni fronteras,

recorrerte y perderme en el Sino de tus cavidades,

enroscarme en tus raices furtivas,

que embriagan de éxtasis primitivo los instintos felinos...

¡Ansío que seas mío y conquistes mi continente!,

que impongas tus razones de las sinrazones

pinando tus puntos donde halles mis espacios suspensivos...

¡Ansío que ansíes con hambre atroz...

el movimiento que en subterfugios ensamblados

mis caderas provocan...

cuando coincidimos en plétoras feroces...!

¡Ansío que mi cuerpo se atrofie , se deforme y luego cual arcilla fiel

se amolde en tu pecho,

se clave en tu mirada,

y mane la fina hebra que humedece tu montaña...

y en arrebatado vuelo...

nos envolvamos...

y socaves sutilmente,

la madre tierra...

hiriendo con caña profunda...

hasta que los gemidos broten acompasados...,

en estertóreos movimientos...,

¡totalmente extasiados!

de los que mane la lava blanquecina...

bajo una luz pristinamente mortecina...

¡Ansío que ansíes!...

pero amor...¡no me pidas tregua!...

Sólo me resta decirles que no hay amor si no son dos los que lo comparten...¡no hay nada si en el mundo no se tiene con quien compartir!...¡aunque fuere una tregua!

Los amo...Regina Noctis!

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