Un hombre...

En el mástil de la noche,

donde los sueños anidan...,

las conchas abren, exponiendo sus perlas...,

las rosas cierran sus pétalos...,

y la brisa, se torna marina...

¡un hombre,

madura fruta,

ama!...

en el seno

del perfume,

de un diapasón leonino...

donde las dulces caricias convergen ansiosas,

las suaves melodías circundan anhelos...,

con exquisitas sensaciones sembradas de besos.

¡Nada hay que no sea suyo!...

¡Nada hay que le sea ajeno!...

porque...¡ le pertece todo!

¡Un hombre!...

¡al que se le permite ser niño!,

¡al que se le deja jugar!

y...¡ al que sólo se le colma de cariño!...

¡Un hombre!...

¡que con sólo un mirada

levanta y derrota a la felina!...,

¡calma y sacia las tormentas!...,

¡devora y alienta las llamas peremnes del fuego !...

¡Un hombre!...

¡que cuelga susurros en mis cabellos!...,

¡jura amor eterno!...,

¡posee el arte de enloquecerme!...

¡el tacto para seducirme!...

¡el sexo para saber lo que preciso

y logra rescatarme del abismo!...

¡Un hombre!...

¡al que doy mi vida!...

¡por el que resisto tempestades

y en el que pinto mil paisajes!...

¡Un hombre!...

¡al que he tomado cautivo

en mi prisión!...

y espero, estación tras estación

repitiendo verso a verso...

¡que siento frío

sin su calor!...

¡que sin sus besos,

soy metáfora

de amor sin dueño!...

Sean felices...derramen sueños y transformen el cielo en infierno del paraíso ¡por amor!...

REGINA NOCTIS

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