Ansío, anhelo... ¡deseo amarte!

¡Ansío beber los besos cual gotas de rocío,
perfilar en dintel del azul cielo tu nombre...
y con los primeros acordes de cada anochecer,
bajo el sutil abrazo sensual...
quedarme en el cautiverio de tu esencia
o en las mazmorras del delirio!...
En el malecón de tus falanges,
huye el níveo instinto,
sintiendo los pasos de lobo en celo
grabando cada gesto, cada susurro, cada gemido
en el paisaje del tormento,
con el que famélico deambulas...
bajo una sonora luna
al compás de miles de caricias y cientos de :"¡te amo!"
Un incipiente hilo
que nace de entre la cordura y el deseo,
¡verdugo de mis anhelos!,
¡ensordece los sentidos!...
¡núblase poseso!...
¡embelésase obseso!...,
¡envolviéndome entre tus piernas!...
¡ enredándose entre mi cintura y mis pechos!...
¡cruzándose por el patio,
por esa delgada cornisa de la locura,
adentrándose al vacío
donde estoy aguardándote!...
Mi voz repta...
tornándose grave, ardiente,¡absolutamente absoluta!
sujetando tus ahogados movimientos
¡con desesperado insosiego!...
haciendo de nuestros deseos
¡templo de amor eterno!...

Es mi deseo que en vuestras almohadas, encuentren cada día cientos y cientos de besos, de flores en vuestros párpados, les cobijen con abrazos y desayunen con el amor pleno, ése que los colma de felicidad y les regala como despedida para esa puesta en marcha, rumbo al trabajo, una sonrisa y una caricia diciéndoles:- ¡hasta luego amor! Y una voz deliciosamente arrolladora y sensual, profese que ya comenzaron a extrañar vuestra presencia hasta el retorno al hogar.


REGINA NOCTIS

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