¿Qué tiempo es...éste?
>> 14 septiembre, 2006
Temeraria en la anchurosa temeridad de amarte, sorprendiendo a los vientos temerosos, voy a tu encuentro, enlazando mi cuerpo a tus temibles deseos. Soy un ser impuro que te ama en la infinita plenitud de sus deseos, con el apasionante ritmo de su sangre, mientras la vida corre entre mis falanges. Las horas vuelan y la tarde huye fugitiva. Aún así, comienzas a incendiar mis bosques que no pueden contener el ígneo que has temerariamente tempanado.
Tus besos horadan mis eternos pensamientos...Vas sembrando mis campos inconscientes, queriendo descubrir los enigmas eternos y mi débil cuerpo se va deshaciendo...
Materia de inmateria, encerrado en mi mundo de magnolias, retengo tu milenario espíritu, aferrándome profusamente,al momento exacto de vivir.
Eres mi alimento, mi resplandor sádico, mi cruel instinto, el grito atroz y entretejiendo hilos de silencio,¡hermosa urdimbre voy construyendo y consumando hechos!...
Bajaré a...las hebras de tu cuello; seguiré con... tus cavidades bucales, recorriendo milímetro a milímetro cada parte, cada tegumento,cada cartílago o hueso,hasta saciarme con esa frescura... ;continuaré mi marcha hasta tus manos, explorando esas falanges, hechas a mi dimensión, producto de las potencias de las magnitudes fundamentales...; pero ahí no me detendré, porque esto ya es locura. Comenzarás a oir las campanas que tañen mis palpitaciones presurosas, anhelantes...¡esto se torna candente, como lava de un volcán presta a manar del interior!
¡Tengo sed! ¡Tienes sed! ¡Sed de los mil años!...¡sed de soles, de lluvias que aplaquen este tortuoso tormento!
¡Ahhhh! Me voy perdiendo en tus extremidades, en tus hexámetros dactílicos, en tus dulces yambos acordonados y tersos, entre tus ramas que ya no ocultan mi expresión silábica.
Tu rostro demudado, lleva el signo de la mortecina luz que no oculta tus asombrosos asombros...
Es el tiempo de moldear la arcilla, de amalgamar el hierro con la palabra, de poner en el crisol, el esfuerzo y soportar el duelo a cielo abierto.
¡ Es hora!...¡Es esta hora!...¡Es nuestra hora! ...
Así vas llenando mis alforjas de mundos florecientes y milenarias culturas...
Siempre vuestra...Regina Noctis
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