Esencia de amor...

>> 24 abril, 2007




Comienza a anochecer...La línea infinita de un cielo impertérrito se esfuma tras la ensoñación del sol. Los sonidos milenarios de la tierra capturan sensoriales emociones en un sinfín de percepciones agudas que van crespando ,alertando cada fibra de fémina sensual. El frío va calando los huesos...Bajo su chaqueta de cuero negro, dos botones rosados se van pinando lentamente,redondos, orondos, gruesos cual dos corolas prestas a florecer...En sus mejillas, de luna menguante, opacas por el ajetreo cotidiano, se observan signos de acentuada avidéz. En sus vagos pensamientos aún hay ansias por descubrir , aún hay deseos que debaten ese yo interior con eclécticas decisiones...

Con paso lento, interponiendo una espigada pierna, avanzando luego con la otra, cruzando y descruzando, con cadencia sutil, camina por la obscura calle, iluminada sólo por farolas , cual ráfagas de luciérnagas...

En su corazón, galopan eróticos latigazos traviesos, mientras esboza una sonrisa cómplice de todo lo que trasunta en ese estado de febríl placer...

Llega frente a una puerta de madera tallada, bajo el nro. 726, extrae con sus manitas torpes y entumecidas, una llave...Gira una vuelta, dos...y con parsimonia, cruza el umbral hasta que la bocanada de aire exquisito, de fragancia almibarada, la confronta con ese otro mundo, al que pertenece...¡ése mismo mundo, del que huye y retorna una y otra vez!... ¡Mas no está sola!, la esperan dos manos que la rodean por detrás, la abrazan deliciosamente, inquietando sus deseos mortales y excelsos. Siente un tibio beso en el cuello, que la inunda de ternura.¡Un áspid lujurioso recorre su rostro buscando una boca exhuberante, de roja cereza bañada, que se entrecruza con una fulgurante y candente oleada de saliva, en un sólo de gemidos monocorde, que derrota cualquier atizbo de control!...¡Se funden en concatenadas caricias, que van desdando con encanto, uno a uno, los botones del vestido, dejándolo caer como al descuido y pudiéndose admirar esos concupiscentes pechos, con sus enormes pezones níveos, esa exquisita cintura y los muslos carnosos y pálidos de la ninfa, casi lechosos... que semejan las columnas del pórtico de entrada de un templo griego!. Suavemente se descalza la femme. Deja sus rizos traviesos sobre ese rostro de niña caer casuales, observando al hombre, sedienta y hambrienta. Va besando,uno a uno sus dedos, acariciando con ternura las palmas, de ése dulce Quijote. Se puede percibir que la humedad de sus cuerpos, provoca ese ligero cosquilleo que socava oleadas de pasión desencadenada. Seguidamente, el hombre, sensualmente subyugado , sujeta los pechos, pétalos en flor, con ambas manos, libando con fruición los pezones famélicos . Elevando a la fémina hacia el sino, posando entre sus piernas los cálidos labios vaginales. Poco a poco va desplazando el masaje, recorriendo con sus manos expertas a la esfinge de fuego...el calor de ese flujo viscoso humedece su ser viril con delicadeza... crispando la erección, provocando el delirio de cada vello, cada poro, cada pigmento...¡hasta llegar al éxtasis del climax!...¡Entonces!... se rompen las ligaduras que los aferran al mundo, enmancipándose del cautiverio milenario, desgarrando jirones de jadeos, sintiendo que los temblores invaden esos cuerpos sudorosos y extasiados . ¡Súbitamente!... un volcán emerge con fuerza desde el interior de los amantes . Un río de blanca lava candente, mana del cráter felino , fundiéndose con el caudaloso y tibio néctar del enhiesto mástil masculino, elevándose unidos hacia el pináculo , cénit del placer orgásmico...Levitando entre nubes de seda, transformados en una misma esencia, soñando en la noche otoñal, con ese amor, ¡que soporta todo y todo lo puede!...El mismo que los hace felices y completamente enamorados...
REGINA NOCTIS...

Read more...