El amor...el amor...

>> 11 julio, 2006

Mucho se ha peregrinado sobre este tema. Sin más, en Google hay 34,400,000 páginas en español que hablan sobre lo mismo. Hay recónditos significados, unos un tanto arcanos, otros más explícitos…pero el sentido, sólamente es el que varía.
Como si fuese eterna, no conocemos el origen. Pero sabemos que es lo que nos hace sentirnos resplandecientes, con vida... Es el contrapeso de tantos disparates que se han cometido y se seguirán cometiendo en la historia de la humanidad y en todos los órdenes. Pero habiéndonos nacido esta preciosa criatura, llamada a redimirnos colectivamente a cada uno de los mortales, he aquí que nos queda abierto un enorme portal a la esperanza.
Nuestros ancestros, decían:-“Te amo”- y allí iba impresa la carga del hombre hacia la mujer, depositaria de ese sentimiento, quien lo ponía a resguardo, contra vientos y mareas, levantando la bandera del triunfo y la victoria.
Hoy amar…amar…pues es un sentimiento utópico, maternal y cálido. Que rompe barreras entre hombres y mujeres para conseguir ese minuto de placer…Pero ¿Cuántos lo conocen? ¿Cuántos están dispuestos a lograr el verdadero amor, ése que no se logra conquistando territorios? ¿Han tenido el placer de encontrarse con él en algún sueño y platicar sin tapujos?
Amar es algo soberbio, que sólo se logra con esfuerzo, con paciencia, con ahínco…amar es mucho más que una palabra…amar es llevar agua a un desierto, poblar de sueños una isla inhóspita, es brindarse sin esperar nada a cambio…¡Sólo amar!
Y el nombre de este sentimiento… de esta forma mística y mágica de entender y vivir la vida, que se llama AMOR, ha soportado también el paso del tiempo sin cambiar una sola letra siquiera. Y no sólo en los libros, páginas rodantes, que atesoran nuestras historias generacionales, sino en la vida, en lo cotidiano de las relaciones interpersonales. Algo grande y bello ha de tener esta palabra, para que haya sido capaz de retener dentro de sí, durante siglos, los mismos valores sin alterarse, aunque los mortales le hayan ido endilgando matices diferentes.
Hace veinte siglos, ya se había inventado el amor paterno. Pero ¡qué gran distancia separa al padre de hoy del severísimo padre romano, casi recién inventada la paternidad! La implicación que tiene hoy el padre en la vida de sus hijos, deja a años luz, la que tenía el padre de siglos pasados.
Hace veinte siglos, el prójimo era tan sólo aquel, al que te unían intereses directos. Ahora la fraternidad humana ha crecido en dimensiones astronómicas, y nuestro prójimo no es sólo aquel del que obtenemos beneficios…
Antes de Cristo hubiese sido imposible entender a las O. N. G. o a los grandes movimientos de solidaridad que recorren nuestro planeta; pero también es cierto, que el primer acto del más puro amor fue el de Jesús, quien dio su vida por nosotros.
Aún así, puedo afirmar que el amor es aquel que mueve montañas, hace la carga cotidiana más llevadera, transforma la rutina en enigmas por descubrir, atesora besos, de esos que guardas y en secreto…de esos que sólo puede recibir alguien , ese ser a quién amas…
¡Sean felices...Amen intensamente...Buscando en el fuego y la pasión el encuentro mágico, el que una vez encendido ...jamás dejará de arder!

1 comentarios:

Anónimo martes, julio 11, 2006  

Regina...Regina mía:
En algún momento podrás contactarme? Ahora...que esperas? Te estoy siguiendo hasta donde tú quieras...
Me gusta tu Blog, es...como tú: incierto, misterioso, invita al ensueño...
Julius Caesar in Septentrionem