Küsse!!!...

>> 22 febrero, 2007


Rebelde, voraz...
Deliciosa, intrépida...
Amante, osada...
Bruja encantada...
Fuego que abrasa...
y ¡todo devora!...
¡Pero te quiero!...
¡Pero te adoro!...
¡Pero te venero!...
¡Pero te siento, en nuestro paraíso eterno!...
Eres un Dios que me conduce al infierno,
en el que ardo ¡cautiva-dichosa!...
¡Eres la lujurua posesa...
que arremete en mis latidos,
provoca los instintos,
derriba los sentidos,
me colma de besos, abrazos y deseos!...
¡Eres más piel que mi piel,
donde cada día ansío fenecer!...
¡Elíxir!...
¡Blood in my blood!...
¡Veins in my veins!...
¡Reason of my unreasonableness!...
¡Gift of the life!...
¡Cuánto...pero cuánto,Ich liebe Dich !...
¡¡¡¡Küsse!!!!
REGINA NOCTIS

6 comentarios:

Anónimo jueves, febrero 22, 2007  

Pensé que hoy no iba a pasar nada y se me ocurre visitar esto y hay una publicación, muyyyyyy romántica. Se nota que ya aplacamos los ánimos, volvimos al
redil y estamos portándonos mejor.
¡Qué agradecidos estamos los chicos con ese viajecito! jajjaja
Muy pero muy bonito lo de hoy y sobre todo relajadito

Anónimo jueves, febrero 22, 2007  

Se nota! se nota! se nota! que venimos bien, que nos pusimos señoritas buenitas, no brujotas con escobotas.Hasta la foto viene
como de paseo y mirando vidrieras.
Pero aún siguen apareciendo esos chirimbolos al final del poema.jajajjajjaa

Alguien que haga de tradu, porfa!

Besos a todos.

Anónimo jueves, febrero 22, 2007  

Hmmm! Buenísimo, no tiene desperdicio.Completamente romántico. Un paseo por la playa es tu poema.

Bonito, bonito.Casi que me había desaconstumbrado a ver de estas fotos.jajajjajaja

Nos vemos.

Anónimo jueves, febrero 22, 2007  

Che, ¿qué pasó que vinimos tarde escribiendo? Esto está sospechociento.jaajaajjaaja
Terminaron los incendios, las fotos son de película hmmm! estamos
así como señoritas,¿estás haciendo buena letra? De una bruja
¡no lo creo! jajajjaa.

Precioso, re lindo está lo de esta mañana.

Chicos besitos y chicas, mas besitos!

Anónimo jueves, febrero 22, 2007  

Se viene el fin de semana de rosa romántico y de esos días con brisas que te pegan en la cara y te acarician. Veo que le sientan
bien los viajes, para los chicos, para las brujas, ya no nos entran balas..jajajajaja

Lindo, bonito y sobre todo poco
brujeril.jajjajaja¿regenerándote?
¡nooooooo!

Besos a todos!

Anónimo jueves, febrero 22, 2007  

A la vista de esto, ... ¿es de aconsejar que viajes con más frecuencia, Regina?. jeje. ;)

La verdad es que nunca sabe uno cómo interpretar las cosas con esta muchacha.

Esto me recuerda a cierto día en la granja de Taras.
Fui allí de visita, me dejó indumentaria apropiada para desenvolverme por aquel lugar; aunque la verdad sea dicha, me quedaba un tanto grande y como hasta los cintos eran de descomunal tamaño, hube de ceñirme con un cordel aquellos pantalones de granjero que más parecían de payaso de circo.
Me estuvo enseñando las distintas dependencias, las zonas de estabulación, los almacenes, etc., etc. ¡Ah, y cómo no, los animalitos! Entre ellos, las vacucas de raza frisona. Y no sé si por aquello del instinto o por qué otra razón más intrincada (pero en cualquier caso, no inconfesable), le pedí que me enseñara el arte del ordeñe. El diligente Taras, me explicó con prontitud cómo debía agarrar (para no herir la sensibilidad del espectador) y cómo debía accionar. Así que "agarraba" da acá, tiraba de allá, y giraba del otro lado.
Pues, amigos, era de ver cómo surtía de leche aquella ubre. Emocionado, le dije: "déjame que entreno y adquiero maña en esto".
Así que él se marchó a sus menesteres y allí me quedé solo, ejercitándome en la práctica de mi recién aprendido oficio. Sentado en la banca (que más parecía un escabel), con el cubo de cinc y hurgando en aquella parte del paciente animalito.
Pero hete aquí que la vaca puso en marcha la herramienta espantamoscas (o sea, el rabo) y le asestó al caldero tal golpe que voló, derramando la leche como un aspersor descontrolado.
Avezado de la experiencia, me alejé un tanto, de forma que evitara ser alcanzado de nuevo por el rabo azotador del bóvido, y vertiera la leche que iba extrayendo; pero esta vez lo que alcanzó no fue el cubo, sino mi rostro. Soltó tal zurriagazo contra mi cara que me pareció "caricia" de látigo de tortura.
Enfurruñado, miré a uno y otro lado buscando cómo solucionar aquel inesperado contratiempo; y comprobé que por el techo discurrían delgadas tuberías por donde se llevaba el agua a los bebederos (y seguro que además para aumentar la “producción” de leche) y se me ocurrió la feliz idea de atar el rabo fustigador a la tubería en cuestión. Así no sufriría otro envite del apéndice del animal.
Como no encontrara con qué atarlo, decidí utilizar el cordel que me servía de cinto para sujetar el pantalón tamaño globo aerostático. Así que me situé detras de la vaca, anudé un extremo del cordel a su rabo, tomé la banqueta, me subí a ella, y comencé a anudar el otro extremo de la cuerda a la tubería.
A mitad de acto, el pantalón talla XXXXXXL, sin duda ante la ausencia de cordel que hacía la veces de cinto, pues... ¡se cayó!. Entre ataviarme de nuevo como es debido y terminar lo que estaba haciendo, preferí dar cumplido término al atado en que estaba ocupado. Así que... allí estaba yo. Con los pantalones a la altura de los tobillos, de puntillas para alcanzar la tubería en la que estaba haciendo el atadillo y ante mí la vaca con el rabo en alto.
Justo acabé de hacerlo, y según me disponía a adecuar mi vestimenta, como ocurre siempre que las cosas están de enrevesarse, pues apareció nuestro amigo.... y con una cara de susto indescriptible, saliéndosele los ojos de sus órbitas, me gritó: "¿Pero qué haces, desgraciado!".
En aquel trance, le miré, miré al cordel, miré a la vaca, miré al rabo de la vaca, miré mi situación inexcusable, lo volví a mirar, y por fin le respondí: "Pues ya ves, aquí intentando dar una alegría al animal. Porque si te digo la verdad, no me vas a creer".

Pues eso mismo nos ocurre con Regina. No sabe uno si las cosas son lo que parecen, parecen lo que son, aparentan lo parece que son o no son lo aparentemente aparentan. Lily, ¿te perdiste?... pues yo también. jajajajajaja.

Regina, que muy bien. Que gracias por el respiro. Que sigo contando los dedos de ayer... y me falta uno. Pero no lo voy a buscar.

Chicas, sed buenas, que no lo sois. Y menos últimamente.

Pepe, Taras, me han dicho que parecéis ollas a presión... ¡por el humo que os sale por las orejas!. jajajajaja. ¿Que se os estará cociendo ahí adentro?. jajajajajaj. :P

Sed felices, amigos.