Esta lira...
>> 21 diciembre, 2006
Se duerme la noche...
y como en breve latigazo,
tu nombre estalla en mi mente...
El viento helado y sombrío,
la lluvia inclemente y fría...
provocan sinfín de tentaciones...
Mi labios se humeden...
mis ojos se dilatan...
los suspiros encandilan...
los impulsos se enervan,
y la lira se pierde,
que en la piel de un pensamiento, dicen...
que te he besado en mil versos...
le he cantado a tus ojos...
he adorado tus manos...
he vibrado en tu geografía...
¡Hoy!...¡ansío poseerte...
¡incursionar en tu cuerpo!...
¡perderme en el tiempo!...
¡beber, cual sedienta en desierto yerto!...
¡Deseo... penetrar las fronteras de tus pulmones!...
¡libar en la fuente del tuétano dulce de tus huesos!...
¡delectarme en tu epiglotis!...
¡vaciar la linfa que embebe tus tejidos!...
¡demoler las vísceras con besos!...
¡anidar en ti!...
¡poseer tus sentidos!...
¡coger con mis manos... tus elegantes perfecciones!...
¡gastar hasta los fundamentos biológicos!
¡acabar con esmero la miel
que me conduce al infierno...
y de cuantiosas formas...
SUSURRAR en las entrañas... ¡TE QUIERO!
Si amamos, no sólamente lo externo en lo que nos embelesa, nos enamora ...sino ¡todo!, con fervor, pasión, deseo, ansias devoradoras...¡Y nos desvelamos, nos acurrucamos, nos deleitamos en cada una de las formas...porque pertenecen al Ser, que aletarga los sentidos, desenfrena el corcel de nuestro corazón y arremete hacia la felicidad infinita... !
Así...¡vamos hasta el fin del mundo y nos alimentamos cada día, porque nada sabe como sabe el amor...!
REGINA NOCTIS...
11 comentarios:
¡Hmmm!
Ansias apenas refrenadas las que hoy nos muestras, y exprimes en tus versos con frenesí la fruta de la pasión hasta obtener de ella la última gota de su jugo. Y aun así, no sé de qué manera, haces que quede pulpa suficiente para extraer siempre una postrema perla de ese zumo.
Una Regina inagotable e insaciable de amor, tanto en el que da como en el que recibe, es la que aprecio en este poema.
Bueno, creo que toca subirse en un carrito de ese montaña rusa donde con frecuencia nos sumerge esta muchacha. Y... ¡¡a padecer vértigos variopintos!!.
Besos y abrazos.
Taras estoy de acuerdo con vos, no sólo en que hay fuerza y exprime los sentidos, sino en que en esta montaña de sensaciones, nos embarcamos todos, a máxima velocidad, y sin frenos, en caida libre, dando unas cuantas vueltas y nos deja al final mareados y con los ojos dando vueltas.
Regina, casi da miedo ese cúmulo de pasión que recreas en lo que escribes.
Taras, un abrazo. Chicas no sean malas.
Bruja y sedienta, es mala señal. Quiere decir que hay alguien que será quien pague los platos rotos.
Está bonito lo de hoy. Me gusta
sobre todo si pienso lo que estoy imaginando.Es muy seductor. Se ve el amor con el que lo escribiste.
Estamos terminando el año, y lo que nos dice en cada poema esta Regina, es impactante cada día. Nos llena de emociones nuevas. La fuente de amor no se consume, y me animo a decir que hay más cada día.
Taras:
No sé si te pusiste a ver esto, pero parece que ese amor que siente alguien que sabemos, es como una fruta que llega a sus manos, se huele, se disfruta, se prueba, y se va comiendo de a poco
Si hablamos de montaña rusa, yo veo a varios en el carrito, y cayendo desde el punto más alto y a manotear, porque de esta , otra vez viajan sin frenos.jajjajajaja
Hmmmm lo que come, lo que toma, más que vértigo Taras, es el placer llevado al extremo. Me gustó muchísimo lo de hoy. Aquí no damos vueltas, avasalla como tanque de guerra o nada.
Besos amiga.Chicos más besos
Brujita....estás siendo muy brujita.Se prende fuego, se sube a un carrusel o se baja en una montaña rusa, no hay términos medios y de todas maneras, en todas, el que viaja sufrirá el mareo .
Chicos un cariño , brujas...nos estamos viendo. Regina....no seas mala.
Che, no dije nada de la foto, pero.....¿no es como muy muy?
A ver qué dira Uwe de esto.
Yo ya no digo nada, Patri, maja. Porque si digo algo de las imágenes, mal. Si digo que se le cae a uno la estantería con todos los cassetes, las cintas de vídeo y los DVDs, pues peor. Así que... sin comentarios.
Me vienen a la cabeza dos anécdotas de la congregación, que con permiso de Regina, os paso a narrar:
Una le aconteció al padre Pedro, que hallándose un día en el confesionario, llegó un mozalbete y con esa voz cándida que ponen los chicuelos cuando quieren ser angelicales, le dijo -luego del consabido “Ave María purísima” / “sin pecado concebida”-: «Padre, me confieso de ser un pirómano». A lo que el padre Pedro respondióle: «¿Un pirómano, un pirómano? ¡¡Vos lo que sos es un ....!!», a la vez que manoteaba como loco tratando de atajar las llamas que le ascendían por los faldones de la sotana.
¿Por qué me vendrá a mí a la cabeza ahora lo del fuego?. Jeje. :P
Y la otra fue la del padre Damián. ¡Ah la del padre Damián!.
Pues aconteció que un buen día se disponía a salir con su auto en dirección a la misión en que este humilde servidor vuestro hace sus menesterosos deberes. Y siendo así que una monjita, que hacía escasamente un mes había tomado los hábitos superado ya su noviciado, le pidió que la acercara a la misión, pues tenía en ella encargos que hacer. El buen y siempre solícito padre Damián accedió gustoso.
Iniciado el viaje, el padre Damián apreció que el tajo del hábito de la monjita se había desplazado sin conocimiento de ésta, lo suficiente como para dejar a la vista la rodilla y el comienzo del muslo, mostrando una rosada piel que se le antojó al padre Damián ... ¡no hace falta que detalle!.
En esto que en un momento dado y so pretexto de cambiar la marcha, dejó posar su mano en la rodilla de la monjita. Ésta con voz cándida supo decirle: “padre, recuerde el psalmo 129".
El padre Damián azarado, pidió perdón y volvió a poner su mano en el volante; de donde se recriminaba no debió alejarla.
El viaje transcurría y la vista, más por instinto propio que por intención de su dueño, no cesaba de orientarse a donde aquella rosácea piel se mostraba.
Tentación tan fuerte dio lugar a que de nuevo el padre Damián, so pretexto de cambiar la marcha, volviera a posar su mano en la rodilla de la monjita. Ésta esbozó una amplia sonrisa y con su voz meliflua le volvió a decir: “padre, recuerde el psalmo 129".
El padre Damián, definitivamente confuso y apesadumbrado, retiró su mano y vino el resto del camino rezando para no volver a caer en tentación tan grave.
Al llegar a la misión, se despidió de la monjita, quien le agradeció su gentileza de haberla llevado hasta allí. Y tan pronto la dejó se dirigió a donde yo me hallaba y me dijo: “Uwe, aunque seglar, sé que conoces bien las Sagradas Escrituras. ¿Me puedes decir qué dice el psalmo 129?”.
Había que ver la cara del padre Damián cuando le referí: “el psalmo 129 reza: «el que persevera, alcanzará la gloria»”.
Creo que aquello fue lo que dio con el padre Damián en la clínica del psiquiatra.
¿Y por qué os cuento yo ahora estas cosas?.
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Regina, es hermoso cuanto escribes... lindo, muy lindo. De verdad.
¿Y qué habrá sido del padre Damián!!. Jajajajaja.
¿Y por qué me viene esto a la mente?. :P
Taras, ya estoy acá. A ver si nos vemos y te pagas unas cañas, tacaño.
Pepe, pórtate bien que luego las chicas lo cascan todo.
Chicas, no sé si deciros algo. Os noto muy revoltosas y me dais miedo. ¿Os dije alguna vez que soy misógino?. ¿Y por qué os cuento yo ahora esto?. Jajajaja.
Sed felices.
P.S.: ¿Se notó que tenía ganas de escribiros?... como ayer no pude.
¿Y por qué os cuento yo ahora todo esto?. :P
Jajajajajajaja. Uwe, volviste "sembrado" ¿ah?. Jajajajajaja.
Veo que los preparativos navideños (o las correrías navideñas) tienen ocupadísimos a todos.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Besos para todas y abrazos a los colegas.
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