Regina Noctis

¡Cariño mío!....abre la puerta...¡pasa! ¿Cómo estás? Es lindo tenerte en casa, recibirte con un beso y abrazarte, enredarme entre tus brazos y sentir que en este abrazo no existe nada ni nadie más en el mundo que tú y yo...

¡Mi amor! Dame tu mano y caminemos hasta el sofá...¿quieres una copa de bourbon? ¿Sabes?¡ te extrañé, en forma descomunal!. He contado, segundos, minutos y hasta...¡ horas! desde que te fuiste esta mañana, hasta el momento...deliciosa y expectante aguardaba sorprenderte y decirte una vez más...¡cuánto te amo!...

Mientras bebemos las copas y nos sentamos en el sofá. Las gotas de una suave garúa caen pausadamente en los cristales de una cabaña en medio de una arboleda de pinos y algarrobos. Las paredes, acogedoras, salvajes... comienzan a entonar sonidos monocordes que se entremezclan con los de nuestros corazones...

¡Amor! ¡Mi luz, mi mar, mi portador de un mundo que otrora se había extinto, caballero con adarga y espada que rescató a la mujer solitaria, consagrada a la multitud pero a la vez alejada de ella!...¡Regocijo de regocijos! mi alma se funde y a tu voluntad, sometida y prisionera, me hallo...

Tus ojos son guardiacárceles...Tus besos ,las cadenas que átanme día a día a tu piel, a tu alma, ¡a tu espíritu romántico!... Tus manos , posesión de mis requiebros y tus caricias ,el extremo de la vertiginocidad candente que libran batallas y batallas sin vencedores ni vencidos...

¡Ahhhh!¿Qué más se puede pedir al destino?

En un sofá de mullidos contornos, una pareja mira la lluvia caer, el fuego crepita en la hoguera, el bourbon entibia los paladares y los besos cobran vida...¡la magia comienza y el corazón habla!...

En este paraje , recóndito y alejado de las gentes, la luz se va extinguiendo, las chispas de unos ojos brujos van surtiendo efectos en tu verdemar endemoniado...los abrazos se hacen interminables...Las manos se crispan y reptan arácnidamente...

La piel felina se afiebra, se estremece contorneando alrededor de las formas varoniles con una suave y acompasada danza...las fragancias persistentes se inquietan, el aire se torna parco, la humedad da paso a la música corporal...Los besos, tus besos...¡sellos sagrados de un dominio perfecto! te indican que no hay posibilidad de chance alguna para detener lo que ya se ha iniciado...¡porque no se puede! ¡porque no puedo! ¡porque no podemos!

Un gemido sutil, dos, luego tres...una reina va tras un rey...y...¡el mundo conquistan en tamaño éxtasis!

¡Cuánto te extrañé desde el café matinal hasta que regresaste a la cabaña! ¿Te lo había dicho?

Así abrazados...una reina va tras un rey...

Siempre vuestra Regina Noctis...